En el marco del proyecto «Green Gap: Renaturalización y Recuperación de la Ribeira da Agrela», en Guimarães, se realizaron estudios de campo en la última quincena de abril.
El arroyo Agrela atraviesa tres parroquias en una longitud aproximada de 9 kilómetros. Este arroyo, conocido aguas arriba como río Febras, atraviesa zonas forestales, agrícolas, industriales y residenciales, lo que permite observar una gran diversidad y dinamismo en el paisaje.
De esta forma, se desarrolló una metodología para definir la propuesta relativa a la renaturalización y recuperación de la Ribeira da Agrela en Guimarães.
En la primera fase se recopiló la información necesaria para apoyar el análisis y la propuesta. La información se obtuvo a partir de ortofotomapas, inventarios de patrimonio, mapas biofísicos y otras bases de diseño digital. A partir de estos datos fue posible analizar el corredor de intervención, así como comprender la ubicación de los principales elementos/conjuntos en el territorio, su relación con la línea de agua, la población y el paisaje circundante. También durante esta fase se definieron segmentos del corredor fluvial y se elaboró una ficha de campo para cada uno de ellos con el fin de preparar la siguiente fase. En esta fase también se definieron los niveles de intervención, basados en proyectos similares realizados anteriormente en el municipio de Guimarães, lo que facilitó la recogida de información.
En la segunda fase, se realizaron encuestas en seis zonas, repartidas entre las tres parroquias cubiertas por el proyecto. Durante las visitas de campo se recogieron datos relativos a: i) accesibilidad a la línea de agua; ii) estado de conservación de los bancos; iii) caracterización del terreno adyacente a la línea de agua; iv) caracterización de la fauna y la flora; y v) la existencia de patrimonio cultural e histórico. Los datos se registraron fotográficamente y en planillas de campo.
También durante las investigaciones se llevaron a cabo controles en cuatro puntos a lo largo de la línea de agua. El objetivo de este seguimiento es determinar el estado ecológico del arroyo. Entre las actividades llevadas a cabo figuran: i) recolección e identificación de macroinvertebrados para evaluar la evolución espacial y temporal de las comunidades; (ii) medición de diversos parámetros fisicoquímicos en el sitio y en el laboratorio, incluidas mediciones del pH, el oxígeno disuelto, la temperatura, la conductividad y los nutrientes (nitratos y fosfatos); y iii) caracterización de la hidromorfología mediante los índices QBR (Quality of Riverine Woods) y RHS (River Habitat Survey).
Los datos obtenidos permitirán una evaluación exhaustiva del estado ecológico del arroyo Agrela, identificando las zonas críticas que necesitan intervención y promoviendo las acciones de conservación y restauración adecuadas.
En las próximas semanas se desarrollará la tercera fase, que será el resultado de cruzar los datos recogidos en la primera y la segunda fase.
En la cuarta fase, se presentará la propuesta elaborada en la tercera fase, consultando a los socios implicados en el proyecto, en concreto, los socios del proyecto Green Gap, el municipio de Guimarães, los Consejos Parroquiales, la Agência Portuguesa do Ambiente (APA) y el Instituto da Conservação da Natureza e das Florestas (ICNF).
La quinta y última fase consiste en la elaboración de la propuesta definitiva de renaturalización y rehabilitación del Arroyo Agrela.